Hola amigos del blog, inicio esta andadura con un tema que hace ya bastante tiempo me viene rondando por la cabeza. A mi y supongo que a muchos de vosotros, ya que por mi experiencia del día a día y tras muchos años detrás del mostrador he podido comprobar que existe una cierta fijación con el peso del calzado de seguridad. Vosotros si soys usuarios de este equipo de protección individual y tenéis una cierta edad estaréis de acuerdo conmigo en que durante muchos años este elemento de seguridad ha sido el patito feo dentro del amplio mundo de la protección laboral. Recuerdo que cuando empece a trabajar en esto a mediados de los noventa, solo existían los zapatos de piel negra, los de piel gris perforado y las archi conocidas botas de trabajo ¡como no!, confeccionadas también en piel negra y que por supuesto toda la protección que ofrecían estaba compuesta por componentes metálicos. ¡El horror! , como decían en aquella famosa pelicula que ahora mismo no logro recordar, una retahíla de pies cansados y doloridos por jornadas laborales largas y pesadas, que este tipo de calzado no podia más que empeorar. Por suerte de un tiempo a esta parte los fabricantes se han lanzado a una suerte de carrera armamentística y hoy en día tenemos el mercado literalmente inundado con una gran vairedad de modelos de corte deportivo de marcas muy prestigiosas, que nos ofrecen altos niveles de protección para el trabajo y comodidad y ergonomia para nuestros pies. Marcas como Sparco, Hayber works, Paredes, Dunlop, Aimont, Upower, Puma, y un largo etcétera que desde Unicat ofercemos a nuestros clientes.

Pero volviendo al argumento inicial, me paro a pensar y observo que la petición del cliente que se acerca por nuestra tienda es más o menos siempre la misma "quiero el zapato laboral más ligero que tengas". Vale, tenemos muchos y me pregunto ¿realmente es tanta la diferencia de peso entre zapatos de alta gama y los más básicos?. Ni corto ni perezoso me decidí a comprar una báscula digital de esas que utilizan los cocineros, nada del otro mundo, sencilla pero de buena marca y, como no, me dispuse a comprobar si esa diferencia de peso es tan notoria.

Os voy a dejar un poco con el suspense ya que de paso he pensado realizar un pequeño estudio de mercado y a tal efecto he dejado la báscula en el mostrador con un cartel que dice ¿cuanto pesa este zapato?.  Me dispongo a comprobar si al final el peso será un factor determinante en la decisión de compra del usuario o primarán más otros aspectos tales como una imagen cautivadora o la sensación que nos transmite al calzarlos.

En el siguiente post os cuento como ha ido y si realmente la diferencia de peso es tan importante, espero que resulte esclarecedor y con suerte serviros de ayuda para que la próxima vez tengáis que cambiar vuestros zapatos de trabajo toméis la decisión con un poco más de información. 

Muchas gracias por vuestra atención, nos seguimo s leyendo.